"La etiqueta
de malos alumnos"

Dado que el fracaso escolar es un tema que me preocupa y tengo la experiencia de haber sido uno de ellos; he querido reflexionar sobre el tema.
Con esto quiero enviar un mensaje de inseguridad hacia el futuro de estos alumnos. Como diría Marchesi: "Qué será de los malos alumnos", y por tanto, un mensaje de urgencia en la prevención. No obstante, esta problemática pone de manifiesto, una vez más; la importancia del principio de prevención.
Cuando me dedique formalmente a la orientación querría conocer qué piensan, qué sienten, cuál es su historia familiar y escolar, en qué momento se produjo el desenganche del esfuerzo por aprender. Al mismo tiempo, intentaré descubrir cómo perciben los profesores la situación de este tipo de alumnos; ver qué desencuentros se han producido entre unos y otros y qué caminos hay; si los hay, para evitar la situación o reconducirla.
Muchas veces, los padres y los profesores "etiquetan" a este colectivo de "malos alumnos" y, lamentablemente, desechan cualquier tipo de expectativa positiva hacia ellos. Son malos y no van cambiar. Pues no; no es así; es una gran equivocación; "Se puede cambiar la trayectoria". Bien, por que alguien interesado le ayude a reconducir su vida académica, o bien; por qué el mismo vea la luz y decida cambiar.
Este es mi caso; yo fui buena estudiante hasta que entré en el instituto. Digamos que tuve una adolescencia complicada; y los estudios pasaron a un segundo plano en mis preferencias. Estuve en la cuerda floja que separa un polo y otro durante 3 años aproximadamente. La orientadora, mis profesores e incluso mis padres pensaron que era un fracaso escolar más en las listas negras de la educación española. Sin embargo; no fue así. Gracias a dios maduré a tiempo; mis intereses y espectativas habían cambiado; ahora quería estudiar el bachillerato y hacer una carrera universitaria. Empecé el bachillerato muy animada, trabajé duro y saqué unas notas excelentes (llegué a ser la segunda mejor alumna; hasta competíamos por la nota). Ahora puedo decir que me siento orgullosa; terminé el instituto; terminé magisterio; estoy estudiando pedagogía y trabajo como educadora.
Ahora bien; ¿Seguís pensando que los chavales, a los que llamaís gratuitamente "malos alumnos" son casos perdidos y deberían dejar de estudiar?
RECOMIENDO LA LECTURA DEL LIBRO:
"Qué será de nosotros, los malos alumnos"
de
Alvaro Marchesi
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